Además de ser muy bonita está para chuparse los dedos.
Lo primero que necesitamos para hacerla es tomarnos tiempo para crear y disfrutar. Los demás ingredientes son:
Pasta
quebrada:
250 gr. harina integral de espelta
250 gr. harina integral de espelta
80
gr aceite de girasol
2
1/2 cucharaditas de levadura en polvo
3
puntitas de cuchillo de estevia *
2
cucharadas de agua
Crema
de aguacates:
2 aguacates maduros
2 aguacates maduros
100
m. leche de soja
1
cucharadita de agar-agar
3
puntitas de cuchillo de estevia
Masa
de batata:
2 batatas medianas (fuera de Andalucía se llama boniato)
2 batatas medianas (fuera de Andalucía se llama boniato)
100
gr. almendras molidas
Ralladura
de un limón ecológico
2
puntitas de cuchillo de estevia
Crema
de yogur:
300 ml. yogur de soja
300 ml. yogur de soja
50
ml. leche de soja
2
cucharaditas rasas de agar-agar
3
puntitas de cuchillo de estevia
* Para rectificar el dulzor ver aquí
Encendemos el horno a 180° y metemos las batatas envueltas en papel de aluminio. Tardarán un buen rato en estar tienas. Mientras tanto hacemos la pasta quebrada.
Encendemos el horno a 180° y metemos las batatas envueltas en papel de aluminio. Tardarán un buen rato en estar tienas. Mientras tanto hacemos la pasta quebrada.
Primero
mezclamos los ingredientes secos: harina, levadura y stevia, ah! y
una pizca de sal, que es lo que le da el tpunto a los dulces. A
continuación añadimos
el aceite y mezclamos con los dedos, de manera que nos quede como una
especie de serrrín. Por último le echamos el agua y amasamos con
las manos. Según el tipo de harina necesitaremos más o menos agua.
Debe quedarnos una masa unida, que no se desmorone, pero tampoco se
pegue a las manos. Untamos un molde redondo de 28 cm Ø
con un poco de aceite y le espolvoreamos un poco de harina para que
no se pegue la masa. Extendemos la pasta en el molde, levantándola
por los bordes. La pinchamos por aquí y por allí con un tenedor
para que no suba demasiado, y la metemos al horno durante unos 20
minutos. Antes de meterla comprobamos si ya están listas las
batatas, deben quedar muy tiernitas antes de poder trabajarlas, pero
sin que se quemen. Debemos tener en cuenta que una vez que metemos
el molde en el horno no debemos abrirlo en los primeros 20 minutos,
así que si las batatas están casi listas es mejor esperar.
Mientras
se hace la pasta en el horno preparamos la crema de aguacate. En el
vaso de la batidora mezclamos los aguacates, la stevia y la mitad de
la leche. Ponemos a hervir el resto de la leche y cuando rompa el
hervor añadimos el agar-agar. Removemos unos momentos y rápidamente
vertimos la leche con agar-agar en la crema de aguacates. Batimos
bien y lo ponemos a enfriar en la nevera para que se cuaje un poco.
Una vez que esté lista la base de la tarta extendemos la crema de
aguacates y lo metemos de nuevo en la nevera.
Ahora
nos preparamos para hacer la capa de masa de batatas (o boniatos
;-)). Primero tenemos que pelar las batatas. Luego las machacamos en
un plato hondo con un tenedor y las mezclamos con las almendras
molidas, la ralladura de limón y la stevia. A continuación
extendemos la masa de batatas sobre la capa de crema de aguacates.
Por
último hacemos la capa de yogur. Ponemos a hervir la leche de soja y
mezclamos el agar-agar, como ya hemos hecho antes para la crema de
aguacates. En un cuenco echamos los yogures, la stevia y la leche con
agar-agar, lo mezclamos todo y si nos queda demasiado cuajado lo
pasamos por la batidora. Extendemos la crema de yogur sobre la masa
de batatas y nos disponemos a decorar la tarta como más nos guste.
Yo he cogido fisalis, mandarinas y cacao en polvo para hacer este
paisaje. Echadle imaginación o mirad simplemente qué teneis a mano.
Os vais a asombrar de vuestra vena creativa.
Y
ahora se la regalais a la persona deseada o la disfrutais como mejor
os parezca.