Bueno, lo primero, ¿qué tal se han portado los Reyes este año? Ya sabéis que no son los Reyes (vaya, me refiero a los Reyes Magos, eh?!) los que se portan bien o mal, sino nosotros (la típica ley del karma), así que ya sabéis: ¡¡a ser buenos!!
Pues a mí me han traído ilusión, y es que si leísteis mi último post (el de fin de año), ya sabréis que acabé el 2016 (o empecé el 2017, no lo sé muy bien) muy desanimada y sin ninguna fe en la bondad humana, y no es que en estos 7 días que llevamos de año (¡cielos, 7 días ya!) haya aumentado mucho, pero el día 5 por la noche dejé mi lista de deseos sobre las zapatillas y me acosté. Había tenido un día de esos en los que no te apetece hacer nada, ni siquiera un roscón de Reyes para desayunar. Y ayer (día de Reyes) mira por donde que me levanté animada y con ganas, por lo menos, de poner manos a la obra y probar una receta de roscón que acababa de descubrir en internet (creo que fue aquí), no era vegano, tenía azúcar y lo hacían en molde, o sea, casi cualquier parecido con el mío es pura coincidencia, pero ya sabéis que veganizar es la mar de fácil, y allá que me puse.
¡¡A ver si esto no es un regalo de los Reyes Magos....?!!
¡¡A ver si esto no es un regalo de los Reyes Magos....?!!
Si me seguís en facebook también sabréis que ayer estuvimos a -13° (en letras: trece grados bajo cero), y eso a las 5 menos cuarto de la tarde, así que ya os podéis imaginar las ganas que tenía de llegar a casa (ah!, se me olvidaba, es que me fui de paseo, quién me manda...?!!), pues eso, que me moría de ganas de llegar a casa y tomarme un buen trozo de roscón con un chocolatito bien calentito (el cual tuve que volver a calentar una vez terminadas las fotos, las que tenéis blogs ya conocéis el asunto). Y oh!! , ¡¡maravilla de las maravillas!! sabía a lo que tenía que saber, ja, ja (¡¡qué bien!!).
Bueno, pues ya no os doy más lata, y aquí va la receta:
160 gr. harina integral de espelta 160 gr. harina blanca de espelta
15 gr. levadura fresca
100 ml. leche vegetal (yo he usado de avena)
2 cucharaditas de levadura en polvo
3 puntitas de cuchillo de estevia
1 cucharada de semillas de linaza molidas + 30 ml. agua
70 gr. margarina vegana
1 naranja biológica
100 ml. leche vegetal (yo he usado de avena)
2 cucharaditas de levadura en polvo
3 puntitas de cuchillo de estevia
1 cucharada de semillas de linaza molidas + 30 ml. agua
70 gr. margarina vegana
1 naranja biológica
Ralladura de un limón biológico pequeño
Xilitol (una cucharada normal y otra molida con el
molinillo de café)
30 ml. agua de azahar
1 pizca de sal
Antes de empezar os diría que os leyerais la receta, pero
la mayoría nos creemos que eso es como leer las instrucciones de manejo del
smartphone (si es que tiene instrucciones de manejo, ni pajolera idea...) o de
la lavadora, y no lo hacemos, así que permitidme que os dé dos consejos:
Primero:
Nunca
endulcéis la masa de levadura fresca con xilitol, porque no subirá.
Segundo:
Tened
en cuenta que hay que dejar subir las masas varias veces, o sea, tiempo mínimo
para hacer el roscón = 2 horas y pico, sin contar el tiempo de amasado y demás.
Y ahora al lío:
Diluimos la linaza en el agua y dejamos reposar.
Calentamos un poco la leche vegetal y disolvemos en ella
la levadura fresca, agregamos una cucharada sopera de harina (da igual de
cual), mezclamos bien y dejamos reposar en un lugar cálido un mínimo de 15
minutos, hasta que haga pompitas.
Mientras tanto rallamos la mitad de la naranja. La otra
mitad la cortamos en láminas en la dirección de los gajos (por supuesto con la
cáscara) y las ponemos a hervir en una cacerola pequeña con agua y xilitol (una
cucharada colmada para unos 100 ml. de agua). Dejamos hervir hasta que se haya
consumido casi todo el líquido y las ponemos a enfriar sobre un papel de hornear.
Luego batimos la margarina con unas varillas manuales a
punto de pomada. Mezclamos los dos tipos de harina con la levadura en polvo, la
sal, las estevia, la ralladura de limón y la ralladura de media naranja.
Añadimos la linaza, la margarina y el agua de azahar. Mezclamos todo bien con
las manos.
A continuación vamos incorporando poco a poco la primera
mezcla de levadura (o sea, echamos un poco, amasamos, y volvemos a repetir
hasta tres veces). Nos quedará una masa blanda y manejable, (si la masa está
muy pegajosa nos aguantamos, ya que si añadimos más harina nos quedará dura). La
dejamos reposar en un lugar cálido durante 40-50 minutos (yo suelo meter las
masas de levadura en una bolsa de plástico).
Volvemos a amasar un poco y le damos forma de rosco sobre
una bandeja de horno cubierta de papel de hornear. Lo suyo es hacer un rosco
delgado con un agujero muy grande, al subir el agujero disminuye y el rosco
aumenta. Dejamos que suba 30 minutos (otra vez en sitio cálido y con la bolsa
de plástico).
Una vez que ha subido, colocamos la fruta. Luego metemos
el roscón en el horno a 180° durante media hora. Mientras mezclamos una
cucharada de xilitol molido, un poco de agua y una cucharada de margarina
derretida, si nos ha quedado líquido de
hervir las naranjas también se lo añadimos, que le dará muy buen sabor. A los
20 minutos de cochura, pero no antes, pintamos el roscón con esta mezcla. Esto
es esencial porque la masa no es muy dulce y queda como una costrita muy rica.
Cuando esté listo lo dejamos enfriar antes de hincarle el
diente. Para resistir mejor la tentación, nos ponemos a preparar un chocolatito
caliente de acompañamiento.
Y como regalito de Reyes (y aunque sea algo tarde), aquí va la receta del chocolate (anda, que empiezo el año generosa...).
Chocolate a la taza con especias
50 gr. chocolate negro sin azúcar
50 gr. chocolate “con leche” vegano sin azúcar (si no
encontráis, ponéis 100 gr del negro)
½ litro de leche vegetal
1 cucharada de Maizena
2 puntitas de cuchillo de estevia
40 gr. xilitol
1 pizca de cardamomo en polvo
½ cucharadita de canela
1 pizca de vainilla en polvo
Mezclamos la Maizena con la estevia y el xilitol y la
diluimos en un poco de leche vegetal. Ponemos a hervir el resto de la leche, cuando empiece a hervir incorporamos la Maizena diluida, removemos hasta que empiece a espesar. Fuera
del fuego añadimos el chocolate (si usáis de tableta tendréis que partirlo
antes) y removemos con unas varillas manuales hasta que esté derretido y bien
incorporado. Por último agregamos las especias, rectificamos el dulzor,
servimos en tazas y ¡¡a disfrutar!!
La taza también me la han echado los Reyes |
Rocio me encanto el aspecto de tu roscón por dentro y por fuera.
ResponderEliminarY ya sabes que no soy de cacao ni derivados pero... así especiadito y si es adquirido por la vía del Comercio Justo me apunto!!!!!
Mi abueli hace el chocolate a la taza con agua y la queda genial!! _pero ella es una maga_también hace el bizcocho creer y esponjarse que no veas sin levadura y cositas de ese tipo varias :-))))))))
Yo este año aun no he subido de los -10º, pero supongo que me tocara algun país de trabajo que lo supere, odio los jet lag uffffffffffffff
Un saludito
Tu abuela es de las de cuentos, maga como ella sola :-))
EliminarMijú, hija, tú vives en el Polo o qué? que no has subido de los -10°??!!!
Besitos!!