sábado, 25 de abril de 2020

¿Habéis hecho los deberes?

Cada día que pasa es un día menos que nos queda de confinamiento. ¿Nos dará tiempo de hacer todo lo que nos hemos propuesto o estáis que ya no se os ocurre nada?

Yo (como ya he comentado en los últimos posts) tengo el privilegio de poder hacer excursiones, darme lo que se llama "baños de bosque", que es lo más sano que podemos hacer para el cuerpo y la mente: hacer ejercicio al aire libre, dejar que el sol me caliente, respirar aire puro, tomar la energía del bosque, desconectar por unas horas de la locura del mundo... La estrategia actual del nocebo (en contraposición al placebo, o sea, una forma negativa de sugestión) consiste en inculcar el pánico, pero así no vamos ni a mantenernos sanos, ni a sanar si estamos enfermos, porque no somos sólo pedazos de carne con ojos, sino que además tenemos una mente, y esa mente influye en el cuerpo. Tanto la medicina convencional como el sistema en general no parecen haber oido hablar de la medicina holística, o sea, la que considera al ser humano en su totalidad, cuerpo y mente (por no hablar del alma) y de que estamos enfermos o sanos a todos los niveles.  

Este es uno de los bosques por los que paseo, a que parece de Caperucita?
Bueno, pues otro día os contaré cosas simples que podemos hacer para aumentar nuestras defensas día a día sin complicarnos la vida, hoy os quiero proponer un chequeo de todo lo que has hecho o podrías haber hecho y que nunca es tarde para hacer, en estas últimas semanas. Sólo se me ocurren 96 cosas, quizás podéis ayudarme a completar la lista hasta 100 procurando usar al mínimo el móvil, la tablet y/o el ordenador o la tele.

Allá voy (podéis imprimir la lista y poner una crucecita a las cosas que ya habéis hecho, veréis cuántas...
😁).
  1. Limpiar la casa a fondo
  2. Lavar la ropa de invierno
  3. Sacar la ropa de verano
  4. Planchar
  5. Limpiar las ventanas
  6. Lavar las cortinas
  7. Limpiar la plata o el oro (quien tenga)
  8. Ordenar la cocina
  9. Transplantar las macetas
  10. Plantar verduras (en el balcón)
  11. Arreglar el jardín (quien tenga)
  12. Arreglar cosillas estropeadas
  13. Arreglar desconchones
  14. Hacer repaso de la ropa (calcetines con agujeros, remiendos, dobladillos, etc)
  15. Ordenar y tirar papeles (y otras cosas)
  16. Hacer manualidades (en mi sección de "Creaciones" encontraréis algunas ideas)
  17. Hacer punto o croché, por ejemplo estas zapatillas
  18. Coser
  19. Pintar
  20. Modelar
  21. Hacer puzzles
  22. Pintar camisetas o cojines o manteles
  23. Pintar abanicos
  24. Fabricar juegos
  25. Hacer figuras de marquetería a hacer móbiles (que no es lo mismo que móviles, je, je) 
  26. Hacer atrapasueños
  27. Hacer solitarios
  28. Jugar a juegos de mesa en familia o pareja
  29. Jugar a juegos de sociedad (tipo adivinar películas, imitar políticos, telegrama - como cuando éramos niños)
  30. Cantar
  31. Tocar algún instrumento
  32. Bailar por libre, a lo que vaya saliendo
  33. Bailar bailes de salón
  34. Bailar con la wi
  35. Bailar line dance con el ordenador
  36. Hacer yoga, tai chi o gi gong
  37. Hacer gimnasia con el ordenador
  38. Hacer gimnasia en la terraza o la azotea
  39. Correr in situ
  40. Saltar a la comba
  41. Saltar trampolín (el que tenga)
  42. Aprender a hacer el pino
  43. Aprender malabarismo
  44. Aprender origami
  45. Escribir el diario
  46. Escribir cuentos
  47. Escribir poesías
  48. Hacer pasatiempos
  49. Leer libros de papel
  50. Escribir cartas
  51. Meditar
  52. Rezar
  53. Estudiar
  54. Aprender idiomas
  55. Mirar libros de arte u otra enciclopedia (esas que ocupan sitio en las estanterías y que compramos con tantas ganas y nunca hemos vuelto a mirar)
  56. Tomar el sol en la ventana (los privilegiados en el balcón, la terraza o el jardín)
  57. Jugar a la calculadora humana 3 x 17 + 25 - 58 : 3 ....
  58. Hacer bizcochos y tartas 
  59. Hacer bombones
  60. Hacer algún plato especial
  61. Cocinar para después de la cuarentena y congelar
  62. Ir de vacaciones imaginarias (buscar sitios, informarse sobre el lugar, costumbres, bailes, comidas, aprender los bailes, cocinar algún plato, hacerse fotos - también fotomontaje - y mandarlas a los amigos)
  63. Mirar fotos antiguas
  64. Arreglar las fotos del ordenador y borrar las que no sirvan
  65. Borrar documentos e emails que no sirven y sólo ocupan mucho sitio en la memoria
  66. Ayunar o hacer un detox
  67. Hacer caligrafía
  68. Hacer casitas de muñecas
  69. Hacer gimnasia de ojos
  70. Darse masajes mutuamente
  71. Cambiar los muebles de sitio
  72. Ponerse mascarillas naturales (no las proteciones de boca y nariz, sino mascarillas como ésta)
  73. Montar una obra de teatro casera
  74. Ver videos espirituales
  75. Asistir a congresos on-line sobre temas alternativos
  76. Aprender a pintar con tutoriales
  77. Ver películas antiguas
  78. Hacer construcciones (con Lego o Playmobil) y jugar con los niños, o como los niños, es una manera de catarsis emocional, o sea, de sacar cosas que llevamos dentro y que no podemos vivir en la vida real tal y como las sentimos)
  79. Hacer disfraces y jugar papeles
  80. Jugar a las casitas cambiando papeles (por ejemplo, la madre hace de hijo, el padre de abuela, la hija de padre, etc.)
  81. Hacer tarjetas para Navidad, cumpleaños, bodas, etc.
  82. Hacer regalos DIY  (cuando llegue un cumpleaños o la Navidad lo agradeceréis)
  83. Recitar o dar discursos desde la ventana
  84. Hacer yoga de la risa
  85. Levantar pesas (o botellas llenas de agua, no olvidar cerrar bien el tapón)
  86. Sacarle punta a los lápices de colores
  87. Pintar un arcoiris en el techo del dormitorio
  88. Hacer un garabato y poner un punto donde se cruzan dos líneas. Si los puntos son de colores queda hasta chulo
  89. Hacer ejercicios de respiración
  90. Arreglarse la uñas
  91. Depilarse las cejas (qué horror, no lo he hecho nunca, pero sólo de pensarlo se me saltan las lágrimas) 
  92. Echarse un tinte (sin esperar a que pase el camión por la calle, ja, ja)
  93. Llamar a pesonas que no vemos desde hace mucho tiempo
  94. Aprender a escribir con la otra mano
  95. Darse un baño de sal
  96. Pensar estratégias ecológicas para después del encierro (se pueden poner en práctica antes 😉
¿Quién me ayuda a llegar a 100? (a ser posible sin usar el móvil).

Pues ya sabéis, a hacer los deberes, que el tiempo vuela.  

Continuación: Ayer (precisamente paseando por el bosque 😉) se me ocurrieron unas cuantas cosillas más. Ya superamos las 100!!, y como me dice Mijú en los comentarios, trabajar es otra de ellas, la añado:
    
    97. Trabajar   
    98. Acurrucarse y tomar un tesecito  sin hacer nada
    99. Tomarse tiempo para caricias con la pareja (no entro en detalles...)
  100. Aprender plantas silvestres y sus propiedades
  101. Aprender nombres de flores o de pájaros
  102. Aprender a hacer el spagat (pero con cuidadito)
  103. Aprender canciones o poesías de memoria

domingo, 12 de abril de 2020

Torrijas veganas

Ya se pasó la Semana Santa con más pena que gloria, sin poder salir, sin procesiones, sin ton ni son. En Alemania hasta el conejo de Pascua tiene máscara, nos estamos volviendo majara.
https://media04.meinbezirk.at/article/2020/04/01/5/23601045_XXL.jpg
Fuente: www.meinbezirk.at

Pero no todo está perdido, todavía nos quedan los dulces de Pascua, y cuando esto se acabe (porque como cantaba Serrat en su antología a Antonio Machado: "todo pasa y todo llega"), también esto pasará, y entonces nos vamos a poner todos súper guapos y tiposos (una vez que pasen las agujetas 😣), porque si no se nos ha olvidado cómo se mueven las piernas, van a estar los parques, los paseos marítimos y los gimnasios más llenos que nunca, que el que más y el que menos tiene un mono del copón.

Así que vamos a concentrarnos en el momento presente, que es el único que tenemos ahora, y a disfrutar de lo que nos queda de Semana Santa. Yo tenía la duda de si hacer dulces típicos españoles, alemanes o austríacos (que si no fuera por el corona virus, en este momento estaríamos en Austria, disfrutando de la casita de las mariposas). Así que los he hecho todos, desde torrijas y leche frita, hasta conejitos de Pascua (Osternhasen) y bollo trenzado austríaco (de próxima publicación por estos lares). Que no haya miseria! 😋

Hoy me concentro en las torrijas, que para eso soy española, y nueva duda, ¿de miel o de azúcar?, de las dos, o mejor dicho, de ninguna, pero como si lo fueran, yo me entiendo... Por cierto, que para las de "miel" me he inspirado en el blog El bocado de la huerta, un blog que publica una receta diaria desde hace nada menos que diez años!! (saludos Mijú 😊).
 
No pude resistir la tentación de darles un bocadito, mmhhh!!... qué buenas!
Éstas son para los más dulceros, bien empalagositas, pero igual de ricas
 Y ahora al lío.

250 gr pan del día anterior
1 lata de leche de coco (400 ml)
100 ml leche vegetal
1 puntita de cuchillo de estevia
30 gr xilitol
1 ramita de canela
 Un trozo de cascara de naranja biológica
5 cucharadas rasas de harina de garbanzo
5 cucharadas de agua
Aceite de oliva para freír

Para las de azúcar:
Xilitol
Canela molida

Para las de “miel”:
Zumo de una naranja (aprox. 120 ml)
50 gr xilitol
Unas gotas de esencia de vainilla

El pan que he usado es pan casero hecho mitad y mitad con harina integral de espelta y harina blanca de espelta (es como éste pero cambiando las harinas, yo he hecho una cuarta parte y un sólo bollo).

Ponemos a calentar los dos tipos de leche con la estevia, el xilitol, la canela en rama y la cáscara de naranja. Para las torrijas de “miel” podemos quitar los endulzantes, a no ser que nos gusten súper dulces.

Cortamos el pan en rebanadas (las mías son algo finas porque temía que no chuparan la leche, pero se pueden cortar algo más gorditas).

Echamos la leche en un recipiente plano y mojamos las rebanadas de pan hasta que estén tiernas, pero cuidando que no se desmoronen. La leche debe estar tíbia.

Mientras tanto, mezclamos en un cuenco la harina de garbanzo y el agua. Preparamos la sartén con abundante aceite y lo calentamos.

Una vez que el aceite esté bien caliente, sacamos las rebanadas de la leche, las mojamos en la mezcla de harina de garbanzo, escurrimos un poco y las echamos en la sartén. Al cabo de pocos minutos les damos la vuelta. Deben quedarnos doraditas.

Vamos colocando las torrijas en un plato con papel de cocina para que escurran el aceite y hacemos la segunda tanda.

Una vez listas podemos hacerlas todas con azúcar o todas con “miel” o mitad y mitad (esto conviene decidirlo antes de meterlas en la leche para que no nos queden demasiado dulces).

Para las de azúcar sólo hay que mezclar el xilitol con un poco de canela y emborrizas las torrijas una a una. Luego las ponemos sobre un plato.

Para las de ”miel” cocemos el zumo de naranja con el xilitol y la vainilla durante unos minutos y regamos las torrijas con él, conviene darles la vuelta para que se empapen bien. No os preocupésis si queda al principio muy líquido, porque luego se espesa.

Y ahora ¡a disfrutar!

¡¡Felices Pascuas!!


Rezept auf Deutsch 

250 g altes Brot
1 Dose Kokosmilch (400 ml)
100 ml Pflanzenmilch
⅛ Tsp. Stevia
30 g Xylit
1 Zimtstange
1 Stück bio Orangenschale
5 gestrichene EL Kichererbsenmehl
5 EL Wasser
Olivenöl zum Braten

Mit Zucker:
Xylit
Zimtpulver

Mit „Honig“:
120 ml Orangensaft
50 g Xylit
Ein paar Tropfen Vanilleessenz

Am besten benutzt man selbstgebackenes Brot. Ich habe es mit Dinkelvollkorn- und mit Dinkelmehl Typ 630 gemacht.

Kokos- und Pflanzenmilch mit Stevia, Xylit, Zimt und Oragenschale kochen, in ein flaches Gefäß schütten und etwas abkühlen lassen. Sie sollte lauwarm werden.

Kichererbsenmehl und Wasser vermengen. Es soll die Konsistenz von geschlagenen Eiern haben.

Brot in Scheiben schneiden und in die Milch tupfen, bis es weich wird aber nicht auseinander fällt.

Öl in einer großen Pfanne erhitzen. Wenn das Öl richtig heiß ist, Brot aus der Milch herausnehmen, in die Kichererbsenmischung eintauchen und in die Pfanne geben. Nach ein paar Minuten die Scheiben umdrehen bis sie beidseitig goldbraun werden. Die Scheiben auf einem Teller mit Küchenpapier darauflegen.

Bevor wir die Milchmischung machen, sollten wir entscheiden, ob die Torrijas lieber mit Zucker und Zimt oder mit Orangensirup möchten. Im letzten Fall geben wir keine Stevia und Xylit in die Milch, da die Torrijas sonst zu süß werden.

Für die Zucker-Torrijas einfach etwas Xylit und Zimt auf einem Teller mischen und die Torrijas in die Mischung umwälzen.

Für die „Honig“-Torrijas Orangensaft, Vanille und Xylit ein paar Minuten kochen lassen und der Sirup über die Torrijas gießen. Dann die Torrijas umwenden und erneut mit dem Sirup übergießen, sodass sie die Flüssigkeit richtig aufsaugen können.

Guten Appetit! und frohe Ostern!!