viernes, 12 de septiembre de 2014

Aceite de hipérico

Se acaba el verano y ya viene ese sentimiento de vuelta al cole (aunque no volvamos), de vida algo más seria y responsable, de días menos brillantes, pero cargados de todas las experiencias estivales, de energías renovadas, de recuerdos y anécdotas.

Yo este verano, entre otras muchas cosas me he dedicado a coger hierbas: ortigas para zumos (todos los días uno o dos vasos), podagraria y dientes de león para las ensaladas, melisa y menta para infusiones, consuelda e hipérico para el botiquín, y algunas más.
Ortigas (Urtica dioica)
Podagraria (Aegopodium podagraria)
Dientes de león (Taraxacum officinale)
Melisa (Melissa officinalis)
Menta (variedad Menta x Villosa)
Consuelda (Symphytum offficinale L.)


























Y hoy me voy a concentrar en el hipérico o hierba de San Juan, una planta llena de sol y de verano

Hypericum perforatum
Resulta que este año desgraciadamente no he podido cultivar mi huertecito y las plantas se han tomado la justicia por su mano, así que al hipérico le dió por extenderse y lo llenó todo, y lo que otras veces ha estado así:  


Este año estaba así:

Las florecitas blancas no sé lo que son, las amarillas es el hipérico

Así que como no hay mal que por bien no venga, allá que me puse a coger florecitas. 


A la hora de recolectarlas es importante hacerlo en un día de sol entre Junio y Agosto y una vez que se haya evaporado el rocío, ya que si no puede ocasionar moho. Para asegurarnos de que se trata del auténtico hipérico con todas sus propiedades, sólo tenemos que coger un capullito entre los dedos


y apretar, si sale un líquido de color púrpura estamos ante el auténtico hipérico


además, si miramos las hojitas al trasluz veremos como perforaciones, que no son otra cosa que unas bolsitas de aceites esenciales.

Dados los distintos usos terapéuticos, puede secarse para tomarlo en infusión contra problemas digestivos, molestias en la menopausia y nerviosismo. Sin embargo su uso más común es como antidepresivo, aunque la dosis alcanzada a través de infusiones es demasiado débil, por lo que en caso de depresión leve o moderada es aconsejable tomarlo en pastillas.

También puede usarse exteriormente macerado en aceite, teniendo propiedades antibacterianas, antiinflamatorias, antiespasmódicas (o sea, contra los calambres), y es de gran ayuda en caso de quemaduras leves y dolores articulatorios.

Para hacer el aceite de hipérico sólo tenemos que recolectar la cantidad de florecitas suficiente para llenar un tarro de cristal, luego cubrimos las flores con aceite de oliva de buena calidad, cerramos el bote y lo ponemos al sol durante 6 semanas.


Como en algunos lares (como por ejemplo, donde yo me encuentro) eso de poner el bote al sol durante 6 semanas es una utopía total, basta con ponerlo en un lugar cálido.

Al poco tiempo el aceite tomará un color rojizo, que irá aumentando a medida que pasan los días


Y por fin llegará el ansiado día en el que sólo tenemos que colar el aceite (yo he usado un embudo y encima un colador), echamos las florecitas empapaditas en aceite en un paño viejo y apretamos y por último guardamos el aceite en un botella oscura. Conviene etiquetarla con nombre y fecha. En un lugar fresco y seco se puede conservar hasta dos años.


Bueno, pues espero que no lo necesitéis, pero si es así veréis qué bueno es, y sobre todo también la agradable sensación de usar un remedio natural.

¡Aviso!: El hipérico usado en dosis elevadas puede tener un efecto fotosensible, por lo que puede aumentar el riesgo de quemaduras al sol. En cualquier caso os aconsejo no tomar el sol después de untaros el aceite porque pueden salir manchas.

3 comentarios :

  1. Me ha encantado tu tutorial ^_^ ....y que fotos más bonitas del hipérico!!!
    Incluyo un enlace en mi post
    Muchas gracias.
    Un besote!!

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    Respuestas
    1. Gracias a ti, Celia. Tus fotos también son preciosas y es muy bonito colaborar mutuamente. Por cierto, que he tenido problemas con mi dirección de internet y he perdido todas las direcciones (también la tuya). Si me mandas un email vuelvo a tenerte :-)
      Un beso grande!

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  2. Es de agradecer tu sensibilidad con la naturaleza vital, esa soledad silenciosa es la percepción sutil de su fuerza que la naturaleza ofrece vitsli-dad...
    Gratitud.
    Kepake.

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