miércoles, 17 de septiembre de 2014

Un viaje vegano en barco

Había una vez un barquito chiquitito... 

Quizás algunos os acordéis de esta canciocilla. Pues sí este verano he hecho un viajito en un barquito chiquitito


El "Anđela Lora" (que se pronuncia Angela Lora, o mejor dicho Anyela, ja, ja, qué raro suena escrito. Y es que en croata la "đ" se pronuncia como "y"). 

Y sí, habéis adivinado, hemos estado en tierras (o casi mejor dicho "aguas") de Croacia (en la bahía de Kvarner en el mar Adriático), saltando de isla en isla en un viaje organizado por Amazing Adventures junto con la SVV (Schweizerisch Vereinigung für Vegetarismus - Asociación vegetariana suiza). Lo especial de este viaje era que en principio la comida era vegana, aunque en el último momento añadieron un grupo de carnívoros para "rellenar", lo cual ocasionó bastante desilusión y algún que otro enfado, ya que se suponía que por una vez íbamos a estar entre iguales. Encima a la cocinera vegana le dio un burn-out justo antes del viaje, y el cocinero de a bordo tuvo que hacer lo que pudo, pero claro, no era lo mismo, por mucho que el pobre hombre se esmerara. Como anécdota, contaros que el final me pidieron que organizara yo la última cena con el cocinero, pero entre las dificultades idiomáticas, el no conocer la cocina y que el cocinero dijo que él no lo hacía, que guisara yo, pues dije que no, no tenía necesidad de estrés y menos la última tarde. No se trataba sólo de guisar, sino que las espectativas eran grandes,¡tenía que superar al cocinero en su propia cocina! No gracias, uff! ¿Os hubierais atrevido?

De todas formas no nos morimos de hambre ni mucho menos

Hamburguesas con polenta

Tofu con puerros y coliflor

Berenjenas con polenta

Champiñones en salsa con patatas (esto estaba bueno :-))

Arroz con ratatouille y guisantes (esto también estaba bueno)

Lentejas con macarrones

Los postres eran (casi) todos crudos y sin azúcar aunque con jarabe de agave (hice una excepción ;-)). Los hizo una chica crudi-vegana que da cursos de cocina cruda
Tarta de naranja

Mousse de chocolate (muy denso, pero rico!)

Esto no me acuerdo de lo que era, pero tiene buena pinta
Y la última cena:
Pinchitos de verdura con patatas y pimientos rellenos
Tarta de chocolate y almendras (ja, ja, llenita de calorías, pero era el último día...). Yo me gané la fama de comedora de postres ;-)

Bueno, pues después de tanta comida 
a dormir la siesta, je, je
nooooo..!!!
mejor un poco de ejercicio
Esto sí, que hay mucho que descubrir:
paisajes mágicos
pueblecitos al borde del mar (isla de Cres)
en esta esquina se me cruzó un niño y me caí de la bici con medio cuerpo en el agua, menudo susto!, me fastidié la rodilla para el resto del viaje, pero una es brutilla y además no quería perderme nada, así que seguí ;-)

y calitas de ensueño (en el camino de Mali Lošinj a Veli Lošinj). Aquí nos bañamos, aunque más bie habría que decir: "¿dónde no nos bañamos?" ;-)

Hemos tenido experiencias muy interesantes, conociendo gente nueva:
nuestro "grupo de terapia" :-P

navegando en la tormenta:

Primera travesía, desde Omišalj a Opatija
saltando al agua desde el barco:

abordando otros barcos:
Por lo visto cuando el puerto es chico y está ocupado es normal "aparcar" al lado y pasar por el otro barco para ir a tierra
visitando lugares llenos de colorido:
 En Mali Lošinj
dando paseos nocturnos:
 Rab la nuit
y diurnos:

Me encanta pasear por los pueblos por la mañana temprano, cuando todavía casi "no han puesto las calles" y la gente aún duerme

y dejándonos sorprender por los contrastes:

Balcón en Opatija


















Villa entre Opatja y Lovran


















Barquitas en el camino a Lovran


















Yate de lujo en Veli Lošinj


















Goli Otok (la isla desnuda) que sirvió de prisión de alta seguridad para los presos políticos contra el régimen de Tito


Islas llenas de vegetación


















y de habitantes (Veli Lošinj)



















Aguas bravas


















y aguas mansas y cristalinas


















aunque "algo" frías porque había manantiales subterraneos. Brrrr....
El silencio y tranquilidad del monasterio en la minúscula isla de Punat


















y la marcha nocturna en Krk. Si no fuera por los miles de decibelios de más y que estaban justo delante de nuestra ventana, quizás hasta lo hubiéramos disfrutado, vaya nochecita!! :-(((

Y lo que sí disfrutamos fue de la naturaleza:
Bahía de Zavratnica (la del agua fría por los manantiales)
camino entre Opatija y Lovran

¡Qué color más bonito, por Dios!
Islita delante de la ciudad de Rab

La única playa con arena y estas algas increibles (isla Ilovik)

Olivo de 1600 años
y las mariposas no podían faltar
También me hizo mucha ilusión encontrar don pedros, una flor que me recuerda a mi niñez

Poco a poco el viaje fue llegando a su fin


dejando estelas en la mar de nuestros recuerdos

y ganas de repetir


4 comentarios :

  1. Alaaa que pasada de viaje!! Vistas impresionantes, lugares preciosos, paisajes, y comida deliciosa y veggie!!! No se puede pedir más!! Que suerte la tuya ;) Besos

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    1. La verdad es que sí, que tengo mucha suerte de poder vivir estas experiencias tan especiales. La vida me trata bien, quizás porque estoy abierta a lo que ella me traiga, aunque no siempre sean cosas positivas.

      Mis fotos me recuerdan a las de tu último post. Qué sitios tan bonitos hay también en Mallorca!!. Enseguida voy y te pongo un comentario. Besos

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  2. Rocío, pero qué maravilla de viaje! Me has dado envidia!
    Ahora yo también me habría quedado un poco desilusionada con lo del grupo de "carnívoros", porque entonces ya no es un crucero vegano, ¿no? No es por discriminar ni nada, pero al fin y al cabo no se habrían muerto por no comer carne los pocos días que duró el viaje... ayayay.

    Conozco los lugares que visitásteis, este verano estuve brevemente en el norte de Croacia también. El problema es que el agua está muy fría, y que ha hecho un verano muy poco veraniego por el Adriático... tuviste suerte de no pasarte todos los días con paraguas.

    Un besote!

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    1. Ja, ja, tienes toda la razón con eso del paraguas. Una semana antes de nuestro viaje hubo otro y tuvieron temporal gordo. A nosotros nos pilló lluvia el primer día, pero luego tuvimos un tiempo magnífico (aunque hubo dos días un viento muy fuerte y tuvimos que esperar en el puerto sin poder salir a la mar, lo que tampoco fue un problema porque aprovechamos para hacer excursiones) y el agua, quitando la calita con manantiales subterráneos estaba buenííííísima. En general ha hecho un verano muy poco veraniego en casi toda Europa. Está claro que nos estamos cargando el clima, o al menos estamos influyendo.

      El último día vino el dueño de la empresa de viajes (supuestamente vegano, pero de los que hacen excepciones) y con la cena se tragó también todas las quejas ( no sé cómo le sentaría la cena ;-)). Claro que un viaje así no está al alcance de todos los bolsillos, pero en cualquier caso la oferta depende enormemente de la demanda y cuanto más veganos insistan en hacer un viaje puramente vegano, más posibilidades habrá, y como el veganismo está en boga, pues lo mismo se apuntan no-veganos (estoy soñando?). Un beso grande.

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