Este año va la cosa de calabaza. Sí, ya sé que no soy muy original, que el año pasado también publiqué una receta con calabaza (cupcakes de calabaza), que en esta época todo el mundo cuelga recetas con calabaza, y todo eso, pero ya veréis cómo os gusta y si la hacéis no os darán calabazas, ja, ja (¿por qué se dirá esto?). A una amiga le dieron calabazas hace poco y tenía mal de amores, pero como vegana mejor es que te den calabazas a que te den morcilla, no?
Bueno, menos rollo, aquí esta mi pastel de calabaza para el día mundial del veganismo:
350
g calabaza pelada (si es hokkaido podemos usar la cáscara)
200
g harina integral de espelta
200
gr almendras molidas
1
lata de leche de coco (meter varias horas en la nevera)
50
gr margarina vegana
1
pizca de sal
3 puntitas de cuchillo de estevia
60
gr xilitol
10
gr cremor tártaro (también se puede usar levadura en polvo)
½
cucharadita de canela
Ralladura
de un limón bio
Mermelada
casera al gusto (yo he usado de grosellas negras)
Trituramos
la calabaza. Aparte mezclamos la harina con las almendras, el cremor
tártaro, la canela, la sal y la ralladura de limón. Incorporamos la
calabaza y mezclamos bien.
Encendemos
el horno a 180°.
Sacamos
la leche de coco de la nevera y con cuidado de no coger líquido
echamos la parte solidificada en un vaso de batidora. Añadimos
la margarina a pegotitos y batimos con las varillas eléctricas.
Agregamos el xilitol y seguimos batiendo.
A
continuación mezclamos cuidadosamente la mezcla de calabaza con la
nata de coco y la vertemos en un molde redondo de unos 24 cm Ø,
previamente engrasado y enharinado. Metemos en el horno durante
aprox. 50 minutos. Hacemos la prueba del palillo y cuando salga
limpio tendremos el bizcocho listo.
Dejamos
enfriar antes de rellenarlo. Una vez frío lo cortamos
horizontalmente por la mitad y cubrimos la mitad inferior con
mermelada. Con cuidado lo tapamos con la otra mitad y lo metemos en
la nevera.
Para
la cobertura podéis echar a volar la maginación, yo lo he cubierto
de chocolate blanco (podéis usar la receta del frosting de los cupcakes), pero también podéis cubrirlo con chocolate
negro y hacer dibujos para halloween, tipo telaraña o similar.
¡¡ Que disfrutéis el día mundial del veganismo !!
Vaya pinta Rocío!!! La mermelada de grosellas le tiene que dar un toque ácido muy rico a la tarta.
ResponderEliminarSi que eres original,.. mientras todos hacemos bizcochos y magdalenas, vas tú y te curras esta pedazo de tarta tan bonita.
Por cierto, a mí también me han dado calabazas alguna vez y las prefiero a las morcillas, jejeje...
Un beso,
Gracias Inma! Pues sí, la mermelada le da un toque ácido que casa muy bien, porque sobre todo si la recubrimos de chocolate blanco quedaría si no demasiado dulce.
EliminarMe he pasado por tu blog y he visto un magnífico bizcocho de calabaza y nueces que, como ya te digo, ha ido a parar a la lista de las cosas que no tengo más remedio que probar ;-)
Besos!