Hagamos un poco de historia, resulta que este año toda la lluvia casi del mundo se ha ido a una región de Austria llamada Steiermark, y mira por donde que es ahí donde está mi casita de las mariposas (ya la conocéis, no?). La verdad es que el calor que azota a Europa este verano es mucho más llevadero cuando cada tarde viene una tormenta y refresca el ambiente, aunque por otro lado también es un engorro porque se pone todo chorreando, pero el que se queja es porque quiere, otros tienen una sequía terrible, y la verdad, el agua es vida. Total, que con tanta agua y calor, este año ha crecido todo de una forma exuberante, la hierba de mi prado era más alta que yo (lo cual no es mucho, pero tratándose de hierba...!!), los arbustos silvestres de frutitas están a tope y toda la naturaleza está desbordante (para bien o para mal, según se mire).
Bueno, pues el otro día nos fuimos a coger arándanos y volvimos con dos bolsas hasta el filo, y es que cuando empiezas a coger es como un vicio y no puedes parar. Siempre me acuerdo de que cuando era chica soñaba de vez en cuando que iba por el campo y en lo alto de una colina movía la tierra con las manos (como la arena de la playa cuando se buscan coquinas en la orilla, aunque sea un ejemplo muy poco vegano, pero así era) y salían monedas de oro. Ahora sé que esas monedas de oro son los tesoros que encuentro en el bosque: fresitas, frambuesas, arándanos, moras, setas, y estoy enormemente agradecida.
A ver quién se resiste a estas maravillas... |
Y sin más preámbulo (que ya va bien... 😉) vamos a por la receta:
125 gr harina integral de espelta
1 cucharada de aceite de girasol
¼ cucharadita de sal
60 ml agua tibia
150 gr arándanos
1 manzana
30 gr almendras molidas
50 gr azúcar de abedul
1 pizca de vainilla
1 cucharadita de canela
En un bol mezclamos la harina con el aceite, la sal y el
agua y acabamos amasando con las manos hasta obtener una masa suave. Podemos
dejar reposar media hora tapada en un lugar cálido, aunque no es absolutamente
necesario.
Pelamos la manzana, la partimos en cuartos y la cortamos
en láminas muy finas (lo mejor es hacerlo con la mandolina), luego la mezclamos
con los arándanos, las almendras molidas, el azúcar de abedul, la vainilla y la
canela.
A continuación extendemos la masa anterior sobre un paño
de cocina limpio previamente espolvoreado con harina. Con la ayuda de un
rodillo de madera hacemos un rectángulo grande, la masa debe quedar lo más fina
posible, pero sin romperse.
Encendemos el horno a 180°C.
Extendemos la mezcla de frutas sobre la masa, y ahora
viene la parte más delicada. Con la ayuda del paño vamos haciendo un rollo desde
la parte más alargada hacia alante. En cada vuelta que le demos al rollo vamos
cerrando los extremos. Por último pintamos el borde de la masa con un poco de
agua y cerramos el rollo. Con cuidado pasamos el rollo a una bandeja de horno
cubierta con papel de hornear o a un molde para gratinados y lo metemos en el
horno durante 40 minutos aproximadamente.
Una vez listo podemos espolvorear azúcar de abedul molida
con el molinillo de café o acompañar el strudel con una salsa de vainilla (que
no tiene más misterio, simplemente mezclar un poco de maizena con leche
vegetal, algo de azúcar de abedul, una pizca de vainilla al gusto, se calienta
removiendo y voilà!).
Truco: Para que sea más fácil pasar el strudel a la bandeja de
horno podemos estirar la masa directamente sobre el papel de hornear, el resto
es igual.
En algún momento empezará a salir un líquido rojizo tirando a negro, que se convertirá en rico caramelo líquido de arándanos |
Rezept auf Deutsch
125
g Dinkelvollkornmehl
1
EL Sonnenblumenöl
¼ TL
Salz
60
ml lauwarmes Wasser
150
g Heidelbeere
1 Apfel
(Jonagold oder ähnlich) ca. 150 g
30
g gehackte Mandeln
50
g Xylit
1
Msp. Vanille
1
TL Zimt
Mehl
mit Öl, Salz und Wasser zu einem sehr weichen, geschmeidigen Teig verarbeiten.
Teig in eine Schüssel geben und zugedeckt an einer warmen Stelle ½ Stunde ruhen
lassen.
Inzwischen
den Apfel schälen, vierteln und in dünne Scheiben schneiden. Apfel und Heidelbeere
mit gehackten Mandeln, Xylit, Vanille und Zimt vermischen.
Anschließend
ein sauberes Küchentuch auf der Arbeitsfläche ausbreiten und mit Mehl
bestreuen. Den Teig auf dem Küchentuch mit einem Nudelholz zu einem großen
Rechteck ausrollen. Der Teig sollte nun eine dünne Schicht darstellen.
Den
Backofen bei 180° C Ober/Unterhitze vorheizen.
Die
Apfel-Heidelbeermischung auf das Teig-Rechteck geben. Das Tuch vorsichtig an
einer Längsseite anheben und den Teig einrollen. Bei jeder Drehung die Ecken
einziehen. Den Rand der Strudel mit etwas Wasser schließen. Die Rolle
vorsichtig in eine Auflaufform oder in ein mit Backpapier ausgelegtes Blech
legen.
Den
Strudel ca. 40 Minuten bei 180° auf der mittleren Schiene backen.
Nach
Wunsch kann man den Strudel mit gemahlenem Xylit bestreuen oder sogar mit einer
Vanillesoße essen.
Tipp: Man kann den Teig direkt auf dem Backpapier
ausbreiten, so wird es einfacher, den Strudel auf dem Backblech zu legen.