La tarta en sí es muy sencilla y el toquecillo de las especias le da un sabor muy interesante. Ahora, que eso del merengue ya es otra cuestión, porque al igual que María de Cosas de MaGo, yo también intenté una receta de merengue con semillas de lino (del blog ChristianVegan), pero a mí tampoco me salió por mucho que lo probé con diferentes aparatos y lo peor es que no sé qué fallo pude cometer, así que me lo pone difícil a la hora de volver a probar. Total, que en vista del éxito me decidí a cambiar el merengue por una crema de coco que está peligrosamente buena.
Ingredientes:
Base:
250 gr harina integral de espelta
2½
cucharaditas de levadura en polvo
1
pizca de sal
2
puntitas de cuchillo de estevia
1
cucharada de xilitol
80
gr aceite de girasol
6
cucharadas de agua
Crema:
500 ml zumo de naranja
50
gr harina de maiz (Maizena)
2
puntitas de cuchillo de estevia
2
cucharadas de xilitol
1
cucharadita de canela molida
½
cucharadita de anís en grano
Adorno:
1 lata de leche de coco (enfriar en la nevera)
50 gr margarina vegana
Esencia
de vainilla
1
puntita de cuchillo de estevia
2
cucharaditas de xilitol
Preparación:
Encendemos
el horno a 180°.
Preparamos
una masa quebrada mezclando primero los ingredientes secos de la
base, añadimos
el aceite y desmenuzamos con los dedos hasta que nos quede como un
serrín. Por último agregamos el agua y amasamos un poco. Forramos
con esta masa un molde redondo de unos 24 cm previamente engrasado y
enharinado, y lo metemos en el horno durante 20 minutos.
Una
vez lista la base hacemos la crema. Mezclamos todos los ingredientes
excepto el zumo de naranja. Luego vamos añadiendo
el zumo mientras batimos con unas varillas continuación ponemos la
mezcla a calentar removiendo continuamente hasta que espese. Vertemos
la crema sobre la base de pasta quebrada y lo metemos en la nevera.
Batimos
la margarina con la vainilla, la estevia y el xilitol. Sacamos la
lata de leche de coco de la nevera y después de abrirla le quitamos
el líquido (que podemos usar para otra cosa). Sacamos unas
cucharadas de la crema que se ha formado al enfriar la leche de coco
y las batimos con la mezcla de margarina. Una vez que esté fría la
tarta la adornamos con la crema de coco usando una manga pastelera o
una bolsa de plástico a la que le cortaremos una esquinita.
Jejejeje, sí, llevas razón, eso de dar con el merengue perfecto creo que es la tarea que se nos queda pendiente aunque antes debo probar tu crema de coco. ;)
ResponderEliminar¡Ánimo y a por el reto de marzo!
Por cierto, muchas gracias por pasar por mi blog y dejarme un comentario. Nos leemos pronto. :)
Lo mismo te digo, María, muchas gracias por pasar por mi blog y dejarme un comentario, que siempre se agradecen ;-)
EliminarYa te contaré si me sale el merengue, quiero probar con No-Egg, pero no soy amiga de los preparados que se compran.
Seguimos leyéndonos.