sábado, 3 de enero de 2015

Hotel Haus Linden in Prerow (Alemania). Nochevieja 2014


Esta Nochevieja la hemos pasado en un lugar pequeñito del mar Báltico llamado Prerow, al norte de Alemania. Nos hemos hospedado en el hotel Haus Linden un hotel vegetariano (en vías de hacerse vegano) y en el que cada día disfrutamos de una comida vegana deliciosa.


El hotel está construido con materiales biológicos, el ambiente es cálido y acogedor, con muchos muebles de madera. Además de las 30 y  pico habitaciones tiene una sala de conferencias, sauna y la posibilidad de recibir masajes variados.

Recepción

















Restaurante en Nochevieja














Habitación n° 3
El restaurante ofrece comida ecológica vegetariana/vegana (en proyecto 100% vegana)  y está abierto también al público de fuera para cenar.

El menú de fin de año consistió en exquisiteces.


Empezamos con un bufé de antipasti:


Seguimos con una exótica y deliciosa sopa de coco y plátano (picantita ella):


El plato principal consistió en un estofado de setas con albóndigas estilo pizza (Pizzaknödeln) y panqueques (vaya, como crepes) de trigo sarraceno rellenos de lentejas con salsa alioli:


Y por último los postres: higos al vino tinto con crema gratinada de vainilla, mousse de chocolate con salsa de lima y fruta tropical variada:

















Y después de ponernos las botas (y las chaquetas, gorras y guantes, je, je, porque hacía un frío y un viento que no veas), nos fuimos a la playa a ver los fuegos artificiales, que fue un espectáculo fuera de serie:




































Luego hubo baile, muy bueno contra el frío, y nos divertimos de lo lindo haciendo el tonto, que a veces no viene nada mal ;-)

Pero lo mejor fue al día siguiente, porque con temperaturas de ¡¡5°C (en el agua)!!, más de 330 personas se lanzaron al mar, rompiendo el record del año anterior (que "sólo" fueron 270), mientras miles de personas abrigados hasta los dientes nos apiñábamos como podíamos para verlos y tiritar con sólo mirarlos (yo creo que pasamos más frío que ellos, ja, ja).

¿Os apetece un bañito?













Los menos valientes se acumulan en la orilla
















La hoguera para calentar a los bañistas (y a todo el que se acerque ;-))
Allá va Neptuno con su cohorte de nudistas
Aquí se arma el mogollón
Algunos se salen casi antes de meterse, aunque no es de extrañar -)
















¡¡A calentarse al fueguecito!!
Y por fin vuelve Neptuno (las malas lenguas apuestan a que lleva un neopreno, je, je)
Es increíble y curioso esto de las tradiciones, verdad?

Aparte de estas curiosidades es también muy interesante pasear por el pueblo. Las casas parecen de cuento, con los tejados de caña y las puertas talladas y pintadas de colores (algo muy característico de este lugar))





















La oficina de turismo

En tiendecitas como ésta venden objetos de ámbar, que es una piedra preciosa compuesta por la resina fosilizada de plantas coníferas, por lo que en muchos casos se encuentran insectos dentro de la piedra.












Muy curiosa es la iglesia de los marinos, con bancos que parecen cajones y modelos de barcos que cuelgan del techo y las paredes


Y no podemos irnos de Prerow sin hacer una excursión a la farola a través de un paraje natural intacto


y un paseo por la playa 


luchando contra un viento de fuerza 6 (yo no salí volando de milagro, las ventajas que tiene ser chica ;-))


hasta llegar a nuestra meta


¡¡Bienvenid@s al norte!!

2 comentarios :

  1. Esas casitas parecen hechas de chocolate y caramelo.
    En cuanto a los bañistas, no sé si están como una cabra o es una técnica secreta para mejorarse las defensas... (personalmente me cuesta ya meterme en el agua en agosto si está un pelín fría...).

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    1. Verdad que sí?, a mi me tienen fascinada (me refiero a las casitas, no a los bañistas ;-P) y no puedo parar de hacerles fotos.
      El tema de los bañistas no me queda a mi tampoco muy claro, yo creo que tiene más que ver con la identificación caprina, aunque me imagino que algunos de ellos ensayan a escondidas. Yo no sé si todo se pega o fue el efecto del vino caliente con especias, el caso es que en un momento de euforia decidimos que el año que viene vamos a ir la "fracción vegana", disfrazados de V con girasol. Yo por si acaso empezaré con las duchas frías este verano (de momento no apetece, je, je).

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