Como no soy experta en nutrición me abstengo de dar información en este sentido, pero puedo decir por experiencia que desde que dejé de consumir estos productos no he vuelto a tener nuevas caries (y de esto hace ya mas de 17 años!!).
Foto Jardin Express |
Al
principio empecé endulzando mis bizcochos con plátanos, y claro, todo
tenía un saborcillo de fondo a plátano, con lo que me pusieron la
etiqueta en la familia de que "todos tus dulces saben a plátano" (ya se
sabe: vegano y sin azúcar.... , "muy sospechoso y seguro que malísimo"). Y lo que son las cosas, aunque hace ya más de ocho años
que no uso los plátanos, pero la "etiqueta" seguía, hasta que hace poco
dí una merienda y mira por dónde que va mi hermano (el de las
"etiquetas") y me dice "Rocío, te estás mejorando". Lo cual significaba
"estos dulces no sólo no saben a plátano, sino que además están buenos
de verdad".
Cuando
una amiga me dió un botecito con hojas de estevia pulverizadas, la
verdad es que no me entusiasmó demasiado, pero a mí me gusta probar,
ensayar, inventar, y eso hice. En aquella época era difícil encontrar
estevia (y sobretodo recetas o incluso indicaciones sobre la
dosificación), ya que la UE aún no le había dado el visto bueno, y el
día que se me ocurrió preguntar por estevia en una farmacia se alarmaron
todos muchísimo, como si hubiera pedido opio. Me despedí prometiendo
volver cuando la aprobaran, pero no volví.
Descubrí
un distribuidor online con precios asequibles y probé todos los tipos
de estevia que ofrecían, llegando a la conclusión de que la más
apropiada para mis tartas y dulces era el steviosid en polvo con 95%
Steviolglycoside. Es un polvo blanco muy fino y sin el sabor de las
hojas.
La
dificultad en la dosificación consiste precisamente en el alto grado de
dulzor (1 gr de estevia equivale a 300 gr de azúcar) y en que una dosis mayor no implica mayor dulzor, ya que si nos
pasamos lo que obtenemos es un sabor amargo de fondo. A pesar de todo
hay mucha gente a la que le molesta el "sabor a estevia" (aunque no me
extrañaría
que muchos de ellos endulcen con sacarina, pero bueno, sobre gustos no
hay nada escrito, o al menos eso dicen). Yo sólo sé que a fuerza de probar
nos acostumbramos a sabores que antes no nos gustaban y que desde que
dejé el azúcar, etc. no he vuelto a tener nuevas caries. Y que queréis
que os diga, mis dientes me importan mil veces más que cualquier sabor.
En
cuanto al precio, si calculamos la cantidad de azúcar necesaria para
endulzar y la comparamos con la cantidad de estevia, podeis echar
cuentas vosotros mismos, os asombrareis. Yo sigo comprando online, nos
reunimos varios amigos y así nos sale más económico. Los preparados con
estevia que venden sobre todo en supermercados son un engaña-bobos y salen carísimos porque la cantidad de estevia que contienen es mínima, el resto es "relleno" para que sea más fácil de dosificar, pero con eso de que lleva estevia se permiten vender el producto a precios elevados.
Las
dosis indicadas en mis recetas se refieren al polvo blanco steviosid.
Si os resulta de todas formas poco dulce, podeis rectificar el sabor con
cualquier
otro tipo de endulzante (yo suelo utilizar xilitol, que además es beneficioso para los dientes), pero sólo para rectificar, y al cabo
de pocos meses vereis que los dulces de antes os resultan "demasiado dulces".
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